jueves, 9 de diciembre de 2010
CONTAR HISTORIAS
Desde que el hombre empezó a comunicarse con los demás, ha sentido una necesidad imperiosa de imaginar, de crear y de contar historias.
Empezamos desde pequeños a leerlas a escucharlas por los mayores, disfrutamos de la ficción, porque a veces necesitamos formar parte de ese mundo ficcticio.
Hay historias que las encontramos en los proverbios, en los chistes en las fábulas y en las películas, si nos damos cuenta siempre estamos rodead@s de ellas.
¿sabríamos vivir sin escuchar una aventura, o un relato? creo que no, son parte de nuestra evolución.
Seguro que todos tenemos una historia o un cuento que ha formado parte de nuestras vidas.
Todo en este mundo se mueve alrededor de ellas, las hay reales, las que nos hace poner los pies sobre la tierra, las fantásticas, que nos hacen volar y trasladarnos a sitios insospechados.
Cuantas veces habremos dicho a lo largo de nuestros años, "cuentame una historia"
¿Y tú tienes alguna que contarme?
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Escuchar a nuestros mayores contar sus historias, al calor de una buena lumbre es algo tan ancestral que no se tenía que perder nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las historias,leyendas y cuentos tienen una base real,de hecho lei un libro Mitos y Leyendas de la Tierra y eso decia.Creo que tiene razon.
ResponderEliminarUn beso
Que si tengo alguna que contarte? Si empiezo no acabo. A mi también me gustan mucho que me cuenten historias y leerías también y sobre todo me gustan que sean historias reales.
ResponderEliminarUn abrazo Luisa
Hola, Luisa María:
ResponderEliminarCada instante vivido es una historia que tiene mucha tela de dónde cortar, por eso los relatos forman parte de nuestra cotidianidad.
Gracias por visitarme, felices fiestas navideñas.
Abrazos.
Hola Luisa, hay tantas como seres humanos habitan el Planeta, desde que nacemos somos historia. Y esta termina el día en que dejemos aquí el pijama:)
ResponderEliminarUn beso
Yo recuerdo con cariño las historias que me contaban mis abuelos, me encanta escucharlas, y mira que me las repetían muchas veces jajajaja.
ResponderEliminarUn beso.
Al estar una gran temporada por tierras andaluzas me contaban con verdadera veneracion las correrías que se producían con los llamados Maquis por sierra Lujar y otras.
ResponderEliminarTambién me impresionó en la cueva de María la Canastera con que veneracion me enseñaba un familiar, las fotos de todos los personajes que en tiempos dorados de las cuevas pasaron por allí.
Un abrazo
Historias para ser contadas e historias para ser escuchadas... todas me fascinan.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Me gustá cuando cuando conozco a alquien de otro lugar y poco a poco van saliendo las historias vividas. Hace poco alguien me contaba las historias que recordaba de cuando era pequeña y su padre le cortaba el pelo a sus vecinos... Saludos
ResponderEliminarMe encantan las historias, y cada pueblo suele tener las suyas propias. Me imaginé alrededor de una fogata compartiéndolas!
ResponderEliminarBesitos,
Me presupongo que tú silencio no sera la culpable el agua.
ResponderEliminarEstés dónde estés un gran saludo
Querida Luis Mª:
ResponderEliminarSi empezara a contarte, no terminaría, jejeje.
Me encanta escuchar a la gente, sobre todo a las personas mayores que han vivido una época distinta a la mía. Me encanta escuchar a los niños contando su propia visión del mundo... Y por supuesto, me encanta visitar tu blog y conocerte un poco más a través de tus reflexiones, tus lienzos...
Felicidades atrasadas a tu hijo.
Un beso desde el Priego cordobés.
Todos tenemos historias que contar, unas alegres y otras tristes, algunas se quedan grabadas para siempre en el recuerdo y nada las logra borrar.
ResponderEliminarNo hay cosa más bonita que contar una historia a los niños, y ver con la carita de asombro con la que escuchan.
Un besito tocaya y abrígate que hace un frío tremendo.